Manual de compactación, pavimentación y fresado – Capítulo 11

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¹El asfalto es una mezcla de ligante betuminoso con agregado mineral y material de relleno.

Un sistema de tráfico viario tiene varios componentes.
Él se compone de carreteras, de sus usuarios y de vehículos. El nivel de desempeño del sistema como un todo depende de las características de los componentes individuales, como ellos interactúan y del impacto de factores externos, como clima, condiciones de iluminación, etc.

El revestimiento de la carretera posee un impacto decisivo en el tráfico. El tipo de la capa de rodaje y la condición en que se encuentra afectan el comportamiento de los vehículos que usan la carretera y, por consiguiente, su seguridad. Ellos también afectan el costo de los viajes y el medio ambiente.

La mayoría de todas las carreteras pavimentadas está cubierta por asfalto1. También se utiliza el concreto, que aunque sea menos común, en algunos países es el material preferido.
Se utiliza el asfalto en las capas de rodaje, binder y base.

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La capa de rodaje (1)

ofrece una superficie de rodaje uniforme, resistente a intemperies y de alta adherencia, capaz de soportar fuerzas abrasivas. Ella hace la carretera segura y el viaje confortable. Junto con otras capas en el pavimento, la capa de rodaje ayuda a distribuir las cargas de tráfico para evitar la sobrecarga de todo el pavimento.

La capa de ligación (binder) (2)

posee la misma función de distribución de carga, además de proporcionar una superficie uniforme y plana para recibir la capa de rodaje.

La capa de base (3)

es el principal componente que provee las propiedades de resistencia y distribución de carga del pavimento. En carreteras con poco tráfico, ella normalmente es de grava graduada.

En carreteras de mayor tráfico, se puede usar una base totalmente betuminosa o base granular estabilizada con cemento para que se alcance la resistencia y la durabilidad necesarias.

En la concepción del pavimento (la parte de una carretera sobre el terraplén), la elección de los materiales y el espesor de cada capa son críticos para una buena vida útil.

La concepción correcta exige el conocimiento de las diferentes propiedades de los materiales, así como de la carga y de la intensidad previstas del tráfico.

Además, ella debe tener en cuenta las condiciones climáticas y las limitaciones económicas del local.